SHOTOKAN KARATE-DO INTERNATIONAL FEDERATION ARGENTINA - SKIF

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Kata significa literalmente: Forma establecida

En Okinawa y después de su introducción en el Japón hasta los años 30, el Karate estaba formado casi exclusivamente por Katas.
MASATOMO TAKAGI que entonces era el director-gestor de la JKA respondió en una entrevista en 1964 de la siguiente manera:
Pregunta: “¿El entrenamiento era duro?”
TAKAGI: “No mucho. En estos tiempos sólo se practicaban Katas. Él (FUNAKOSHI) nos enseñaba primero cómo cerrar un puño. Entonces nos enseñaron mantener el dedo índice extendido en la primera falange para cubrirlo y presionarlo con el pulgar, enrollando los demás dedos firmemente. Después aprendimos cómo golpear -desde la posición de pie. Después aprendimos el Kata: Empezando con Pinan N° 1 (que hoy se llama Heian N° 2) pasamos a aprender Pinan N° 2, N° 3, N° 4, N°5, Tekki N° 1, 2 y 3, etc. Se usaban los mismos nombres en las Katas como en Okinawa. Tekki se llamaba Naihanchi y Kanku Kushanku. Sólo aprendimos Katas -desde la mañana hasta la noche. Cada entrenamiento comenzaba con ejercicios de Kata sin enseñar las técnicas básicas los golpes, bloqueos y patadas. Necesitábamos entre tres y cinco años para aprender un Kata por completo...”
Se dice que FUNAKOSHI elaboró los primeros ejercicios por parejas, estableciendo exactamente el ataque y el contraataque (Yakusoku-Kumite) siguiendo los consejos del fundador del Judo JIGORO KANO. Lo hizo conjuntamente con HIRONO-RI OHTSUKA (quien fundó posteriormente el estilo Wado-Ryu).
GOGEN YAMAGUCHI también fue uno de los maestros que contribuyó en la evolución de la competición. Los primeros campeonatos libres se celebraron en 1957. Más tarde se introdujo el Kumite que es un aspecto relativamente reciente del Karate.
“El kata es la forma estilizada de un combate contra varios adversarios imaginarios”.
Los katas no sólo existen en el Karate u otros artes Budo, sino que están presentes también en todas las formas de los artes tradicionales japoneses. Los Katas sirvieron para transmitir estas artes de generación en generación. Eran y siguen siendo los “libros de texto”.
El Kata se presta para desarrollar el dominio de la técnica y, ante todo, de la postura interna: respiración, calma, tranquilidad, seguridad, decisión, espíritu de lucha, ritmo. Los Katas también resultan idóneos para entrenar todo el cuerpo, ya que todas las técnicas del Karate aparecen allí siguiendo un orden exactamente establecido. Con el estudio de los Katas alcanzamos armonía y ritmo, tranquilidad interna, seguridad e irradiación. La capacidad de coordinación y de concentración también mejoran con el aprendizaje y la práctica de los Katas.
En los diferentes estilos de Karate se practican actualmente un total de unos 50 Katas. Algunos se han ido transmitiendo durante siglos, otros son más recientes.
-Cada técnica y cada movimiento de un Kata están exactamente determinados en cuanto a secuenciación y dirección.
-Cada Kata empieza con una técnica de defensa. Con ello se quiere subrayar el carácter defensivo de este arte marcial.
-Cada Kata empieza y acaba en el mismo lugar.
-Cada Kata cumple con un determinado diagrama de pasos (en japonés: Embusen).
-Cada técnica y movimiento de un Kata, da igual si se trata de una técnica de ataque o de bloqueo, debe hacerse comprendido en cuanto a su significado, para realizarlo primero de forma consciente y luego de forma automatizada.
Por esta razón conviene estudiar y practicar las diferentes posibilidades de aplicación con un compañero. Es la única manera de darle vida aun Kata.
Kata también supone combate.
La realización consciente de un Kata hace referencia a la ejecución clara de cada técnica “viendo” conscientemente al adversario imaginario y sus ataques para reaccionar de la manera indicada.
Dicha concentración, -atención- es denominada en japonés Zanshin.
Este concepto es de suma importancia para todas las artes marciales. Zanshin también es decisivo para el final de un Kata, cuando el movimiento queda congelado durante unos segundos y entonces ya no puede haber más “ataques” y el Karateka vuelve a la posición fundamental para relajarse por completo en el ámbito externo (musculatura) e interno (mente).
En la actualidad el Kumite significa para muchos Karatekas la expresión máxima del Karate. Pero esta concepción constituye un peligro, y muchos importantes maestros del Karate lo advierten, que es la pérdida del carácter fundamental del karate, el Karate-Do, debido a la ansiedad por ganar en las competiciones. El Karate-Do iría perdiendo contenidos esenciales del arte de combate original (Budo), ya que nuestros deportes occidentales reflejan exactamente nuestra sociedad de rendimiento. El ejercicio de las del Budo se dirige hacia el interior buscando el perfeccionamiento de la personalidad.
El Karate-Do es el camino hacia la superación física y mental del propio Yo.
Esta concepción no se puede llevar a la práctica sin el Kata. Por esta razón, los maestros verdaderos de este arte marcial siguen considerando el Kata como pieza clave del Karate, como aquella parte del Karate que manifiesta el carácter real de este arte marcial.
Practicar el Kumite con el único objetivo de vencer a los demás en la competición significa escoger el camino más fácil e ignorar que resulta ser más difícil y valioso vencer a uno mismo.
Solo el equilibrio entre Kihon (técnicas básicas que se aprenden como fundamento), Kumite (combate) y Kata posibilitan la correcta comprensión del Karate y es entonces cuando se puede hablar de Karate-Do.
Pero en este contexto no debemos simplificar las cosas, hay personas que consideran el Karate que sólo busca el éxito en las competiciones un Karate “amputado”; en cambio, debemos afirmar también que los Katas pueden sufrir el mal uso de servir en primer lugar para ganar en los campeonatos. También aquí se observa un “perfeccionamiento occidental” con énfasis en el rendimiento externo (sobre todo para las competiciones de Katas), de manera que la exhibición de un Kata se reduce a la perfecta presentación de aspectos superficiales.
Es evidente que también el aspecto externo debe tener su importancia. Constituye un requisito, pero no es el único. Porque incluso cumpliendo con estos detalles técnicos, la exhibición de un Kata puede resultar vacía y sin vida.
La práctica de reducirlo todo a una eficiencia puramente deportiva (dominio corporal hasta llegar a una exhibición del Kata siguiendo criterios deportivos, sobre todo para aquellas personas que nunca comprendieron el verdadero sentido del Kata. Pero de esta manera no se acierta la esencia del Kata, la postura mental que puede ser vehiculada a través del Kata. La irradiación del ritmo, seguridad, tranquilidad y espíritu explosivo de lucha. Todo ello puede ser expresado por un Karateka más que por otro aunque falle en algún aspecto técnico externo.
Pero es evidente que todo esto no se puede medir tan fácilmente como los aspectos técnicos, por superficiales que sean. En ello siempre interviene la propia experiencia con la correcta comprensión del Karate-Do, no tanto como deporte sino más como camino hacia la superación física y mental del propio Yo mediante un arte marcial (Budo) con tadas sus características específicas que no siempre están relacionados con el deporte.

Dojo Central - Instituto Sucre
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Prof. Sergio Pereyra - Jefe de instructores - Entrenador Selección Argentina SKIF
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